En Estados Unidos, el transporte terrestre domina el sector con cerca del 70% del mercado, impulsado por su mayor flexibilidad, eficiencia y cobertura frente al aéreo y al ferroviario. El camión destaca por su capilaridad y alcance en rutas de última milla, llegando a zonas donde otros medios no operan, lo que lo convierte en la opción preferida para la distribución de mercancías.

